
20 Sep Somos los sanadores de cuatro patas
Nos llaman sanadores de 4 patas a los perros y los gatos.
De los perros, ya os hablaré en otra ocasión. Ahora, permitidme que os hable de los poderes especiales, entre ellos, los sanadores, que tenemos los gatos.
Si los perros se ocupan de proteger a sus amos en el plano físico, los gatos, además, lo hacemos en el plano astral.
Apuntes sanadores en el plano físico.
Nadie en la naturaleza ha aprendido a bastarse a sí mismo (incluida la higiene), como los gatos.
Somos ejemplo de sueño con entrega total, y de una perfecta musculación. Os mostramos cómo desperezarse tras un sueño reparador, con todas las posiciones de respiración del yoga.
Sólo los felinos somos capaces de pasar de un sueño profundo a un estado muscular de alerta total, que nos permite una acción inmediata, con una elasticidad y una tensión máxima, y una precisión milimétrica.
Esto es debido a que conocemos el desempeño preciso de cada parte de nuestro cuerpo, al cual cuidamos y preservamos cómo si de un templo se tratase.
Los entrenadores deportivos/físicos deberían de aprender del calentamiento que hacemos los gatos.
Como sanadores, hemos llegado a vuestra vida para daros ejemplo de equilibrio, desempeño muscular, silencio, descanso, sentido de la oportunidad, cuidado personal, afecto, educación, paciencia,…
Todo ello sin vehemencia ni estridencias. Con la elegancia que nos caracteriza.
Estudios científicos han demostrado que nuestro ronrroneo os produce esa paz de espíritu y serenidad de las que andáis faltos.
Apuntes sanadores en el plano astral.
Aquí es donde realmente somos asombrosos.
Somos capaces de ver lo que vosotros no podéis ver.
De ahí que, a veces, nos encontréis mirando a lo que para vosotros no es nada.
Nosotros no nos relacionamos con la apariencia del humano.
Nos relacionamos con vuestra esencia. Vemos más allá, por dentro y por el revés.
Sabemos cuándo una demostración de cariño es falsa. Sabemos cuando tenéis miedo o escondéis impulsos agresivos.
Nuestra relación es con vuestro Yo más profundo. Ese que no queréis, no sabéis o no podéis ver.
Fiaros de aquella persona a la que un gato da muestras de confianza. Es un gesto que honra al humano que lo recibe.
Nosotros sabemos sentiros pero, vosotros no sabéis sentirnos a nosotros.
Por eso, quien no está en armonía con su propio inconsciente, no soporta al gato, al que ve cómo una amenaza y como evidencia de su precaria relación personal.
Tomando en cuenta lo anteriormente expuesto, si un gato aparece en vuestra vida es por una buena razón.
Si hay falta de armonía, la sentimos. Si hay soledad, somos capaces de suavizar la situación, si hay tensión, ponemos todos los remedios para aliviarla.
Eso paso con la prima Leti. Os cuento:
Leti es una humana muy inteligente, que se pasa el día estudiando y trabajando con sus humanos mayores.
Un día, se le metió en casa Giullie, la preciosa gata negra de mi pandi. Leti la aceptó.
Desde entonces viven juntas y, cómo hago yo con Amitachula, cada vez que Giullie siente que Leti lleva mucho tiempo trabajando y está ya cansada, se sube al ordenador para reclamar su ratito de juegos.
Leti acepta la sabiduría gatuna, porque ese rato de juegos le calma la tensión acumulada.
Pinchando aquí, podéis ver el trabajo tan interesante de Leti.
Unos sanadores muy elegantes
Somos pequeños sabios que vivimos la verdad, no nos ilusionamos con las apariencias y estamos con vosotros para aliviaros incluso en vuestra soledad, ya que nos enfrentamos a ella de forma más valiente que vosotros.
Somos como monjes silenciosos, brujos, alquimistas o parapsicólogos, sanadores en cualquier caso.
“EL gato es una oportunidad de interiorización y sabiduría, hecha por el misterio a la disposición del hombre”.
Tenemos mucho cuarzo en la glándula pineal, por lo que somos transmutadores de energía útiles para ciertas curas. Captamos la energía mala del ambiente y la transformaos en saludable.
Esta es la razón de que nos acostemos en ciertos sitios, hasta que cambiamos su energía, momento en el que saltamos y seguimos con nuestra labor de limpiadores/sanadores.
Cuando nos arrimamos con frecuencia a alguna parte de vuestro cuerpo, es porque sabemos que esa parte esta, o estará pronto, enferma.
Optamos entonces por captar toda la mala energía y tratamos de limpiar de ella esa parte de vuestro cuerpo.
Nuestro amor por vosotros es de difícil comprensión por vuestra parte.
Mientras nos necesitéis, estaremos siempre cerca, cuando no sea así, nos alejaremos silenciosos y elegantes, para dejaros con vuestro espacio vital propio.
Mi caso particular
Fijaros que yo he tenido suerte con mi Amitachula, porque ella concibe el amor de igual forma.
Por eso nuestra convivencia es tan buena y sana.
Bueno, confieso que, a veces, me pongo un poquito pesado reclamando mimos.
Asimismo, somos capaces de velar vuestros sueños, acompañando al viaje nocturno que cada ser emprende al dormir.
Somos vuestros protectores y defensores en ese estado tan vulnerable, donde todos los miedos os atenazan, para transmitiros calma y serenidad.
Amitachula dice que, desde que “compartimos cama” no tiene pesadillas.
Yo también llegué a mi humana particular por una razón pero, eso os lo contaré en otra ocasión.
Recordad, si llega un gato a vuestra vida, sea cual sea la manera, la razón es poderosa y el universo os hace llegar un pequeño guía para que el equilibrio vuelva a vuestro camino.
Paz Martín
Posted at 17:37h, 02 octubreMuy interesante e instructivo, me gustan mucho estas lecciones. Gracias amigo Pope!!
Pope
Posted at 07:51h, 03 octubreTu convives con gatos, así que sabes lo intuitivos e inteligentes que somos.
hechizos de amor
Posted at 01:45h, 09 noviembreestos animales son fantasticos, yo tengo dos hijos gatunos y estoy loca por ellos. saludos
Pope
Posted at 14:52h, 10 noviembreMuchas gracias por querernos tanto.
Seguro que los dos compis que viven contigo son los gatitos más felices y consetidos.
Se busca personal para dar abrazos a gatos | El Gato Pope
Posted at 10:39h, 02 junio[…] Esto está demostrado que es así, como ya os conté en mi artículo “somos los sanadores de cuatro patas”. […]