
20 Ene El gran susto que me dió mi Amitachula
Amitachula me dio un gran susto, tal día como hoy, pero hace tres años.
Estos días, ha vuelto a estar pochita de salud y me ha tocado cuidarla y mimarla, por eso no he podido escribir nada en el blog.
Vamos a la historia.
Yo llegué a mi nueva casa el 27 de diciembre de 2013.
Pocos días antes, mí Amitachula vino a visitarme en la casa de acogida donde estaba e, inmediatamente, conectamos.
Yo me puse muy contento porque ya me había encontrado mi humana particular.
En la nueva casa ya tenía un nuevo rascador, nuevos boles de comida y bebida y un nuevo arenero enorrrrme.
Mi humana era gordita y muy confortable. Daba gusto acurrucarse en su regazo.
Yo ya era muy importante para alguien y esa, os aseguro, es una de las mejores y más reconfortantes sensaciones.
El susto
Pero, a los pocos días, yo ya noté que estaba un poco pachucha. Tosía mucho y dormía muy mal.
Estaba muy preocupado.
¡Menuda suerte la mía! Me había tocado una humana pocha. Jopeeee.
Un día salió de casa para ir al médico y yo la estuve esperando y esperando, con el susto en el cuerpo.
Al final, quien llegó fue el tito Paco, que me lleno el comedero de pienso, me dio mi ración de latita y me puso agua fresquita.
Se sentó en el sofá y me estuvo acariciando muy triste.
Algo pasaba con mi Amitachula. Lo sabía. EL susto me invadió el corazoncito.
La habían ingresado en un hospital muy grande y estaba enganchada a un montón de aparatos.
Allí estuvo bastantes días muy, muy malita.
Al día siguiente de venir el tito Paco, llegaron la primas Leti y Lorena. Yo me escondí debajo de la cama. El susto no me abandonaba.
Poco a poco, me tranquilizaron y me llevaron, junto a todas mis cosas, a casa de la prima Almu, que me estuvo cuidando varios días.
Yo estaba despistado y triste.
Y eso que en casa de Almu estaba genial. Es una casa muy bonita y me cuidaron fenomenal, pero, extrañaba a mi confortable amita.
Recuerdo que pensé que no era justo haber pasado tan poco tiempo juntos.
Paso el susto
Por fin, supe que Amitachula se había curado y ya volvía a casa.
Supe también que, nada más abrir los ojos, lo primero que hizo fue preguntarle Paco fue por mí.
Volví a ser feliz.
Se quedó tranquila al saber que me cuidaba Almu.
A los pocos días, ya estábamos los dos juntitos de nuevo, en nuestra casa, cuidándonos el uno al otro.
Además, me porté muy bien porque sabía que mi Amitachula tenía que recuperarse del gran susto.
- Mimitos
- Caricias
Hemos pasado tres años juntos y, sólo puedo decir que la quiero un montón y ella a mi también., y que estaremos juntos siempre, siempre.
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